martes, 26 de julio de 2011


Cabellos rebeldes

Era una tarde como cualquiera, de un domingo cualquiera, pero ese dia me sentía como fuera de mi, como si algo se acercara y yo estuviera esperando aquello, tuve ganas de quedarme sentada en mi recamara viendo el árbol del vecino, pero algo me hizo ponerme en pie y dirigirme al corredor del arte, estaba ya la banda de jazz tocando, lo que me indicaba que eran pasadas las 4, y así entre un centenar de gente me dispuse a observar lo que nadie observa en ese lugar, los sentimientos de la demás gente, los gestos las barullas los pasos, es de esas veces en que con tanto ruido y aun así escuchas al señor sentado a una cuadra y media ojeando un libro, que por cierto casi percibía el aroma de ese libro anejo, simplemente excepcional.

Un paso más y ya me encontraba delante de la señora que vende solo cuadros hechos por ella misma emblemáticos temas de Frida y diego, cuando de pronto vi aparecer en el rincón de los rincones del atardecer aquella melena oscura de desatines cabellos rebeldes, estaba ahí parada perpetua observándolo era un joven hermoso no podía creer lo que observaba y de pronto paso lo inevitable, te acercaste a mí y empezaste a preguntarme cosas sin sentido, enseguida te apunte contestando a tu pregunta del cenicero, estabas ahí y solo me dijiste nada, pero ese nada fue suficiente para enamorarme de ti.

Ahora sé que los impulsos se dan por algo y que si quieres que en tu vida suceda algo, no te puedes quedar sentado observando arboles, tienes que salir a buscarlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario